Concejo Municipal de Maracaibo

Maracaibo, Venezuela

08/09/2024 2:38

Concejo Municipal de Maracaibo

La Escuela de Cristo y la disidencia proindependentista de Maracaibo en 1812

Introducción

Durante el período de la independencia, Maracaibo optó por mantenerse dentro del sistema monárquico colonial, al menos hasta 1821. Esta posición no impidió el surgimiento de una disidencia que, aunque minoritaria, procuró abrirle paso a la propuesta independentista de Caracas.

La formación de juntas a partir del pronunciamiento de Caracas el 19 de abril de 1810, dividió a las elites regionales de la Capitanía General de Venezuela en dos sectores: partidarios y detractores del sistema monárquico colonial. Caracas asumió la conducción del proceso independentista, apoyándose en la tradición  ilustrada y en los intereses compartidos con sus aliados provinciales. Maracaibo, Coro y Guayana rechazaron la ruptura del orden tradicional.

Fernando Miyares y los demás gobernadores de Maracaibo entre 1810 y 1821, se mantuvieron cercanos a las dependencias reales del Caribe. En los anos 1810 y 1811, Miyares recibió de La Habana dotación de armas, municiones y dinero (Parra y Cabezas, 2002). Este tipo de auxilios incidieron favorablemente en el dominio realista sobre Maracaibo.

Adherir la causa del rey o ir en contra de éste también estuvo relacionado con los vínculos comerciales, políticos y familiares de quienes conformaban la elite maracaibera: lo público y lo privado se entremezclaba, dando paso a un imaginario donde la confianza súbdito-rey y la generación de riqueza podían coincidir o distanciarse.

La familia Baralt – Sánchez es un caso representativo. José Ignacio, Luís Andrés y Lucas Baralt, junto con sus cuñados Ignacio de Aguiar y Manuel José Amador, entre 1811 y 1812 se muestran partidarios de la causa independentista, en contraposición a su defensa de la monarquía entre 1808 y 1810 (Vásquez et al,  1997).

La historiografía tradicional, al respecto, ha incurrido en errores al analizar los hechos relacionados con la ruptura del orden monárquico colonial; en el caso de Maracaibo, una vertiente de la historiografía regional ha aceptado la tesis de José de Jesús Villasmil (1889) acerca de un movimiento conspirativo denominado Escuela de Cristo, el cual reunió a un grupo de maracaiberos en la ermita de Santa Ana con la intención de apresar y expulsar al gobernador de la provincia maracaibera. Sin embrago, Millares Carlo (1977) ha demostrado que este movimiento, si bien existió, no fue debidamente investigado por J.J. Villasmil (1889), lo que condujo al autor a varios errores e imprecisiones en su relato.

Al respecto, a continuación  se describen los hallazgos documentales de Millares Carlo (1977) sobre algunos antecedentes del pronunciamiento independentista de Maracaibo del 28 de enero de 1821, con énfasis en la conspiración de 1812.

1. Momentos en el desarrollo de la disidencia proindependentista en Maracaibo

    Hasta 1821, Maracaibo respaldó la causa del rey, por lo que se mantuvo al margen de la feroz guerra civil que golpeó fuertemente la estabilidad económica, social y política del resto de Venezuela, con mayor énfasis en la provincia de Caracas. Sin embargo, esta adhesión presentó algunas fisuras que se tradujeron en varios hechos contrarios a la continuidad del orden establecido. Millares Carlo (1977) da cuenta de los siguientes acontecimientos:

  • Intentona de 1810

En mayo de 1810, el artillero y pintor Manuel Santaella, acusó ante el gobernador Pedro Ruíz de Porras, al Dr. León Francisco de Campos, José Miguel Villasmil, y José Ramón Mollexas (vecinos de Maracaibo), de reunir fuerzas para tomar el cuartel. Se les acusó de querer sumar 200 hombres, en su mayoría pardos,  para capturar al gobernador y expulsarlo a La Habana. Permanecieron recluidos 10 meses en prisión; el 16 de marzo de 1811 fueron absueltos y puestos en libertad, por no encontrase suficientes indicios en su contra. 

  • La subversión de 1811

El gobernador de Maracaibo Pedro Ruiz de Porras, el 07 de octubre de 1811 inició un juicio en contra de los implicados en la subversión de inicios de aquel mes. Corrían rumores de las acciones de algunos que querían imitar a los «escandalosos de Caracas». Se ordenó la detención de: José de Mesa (capitán de batallón), José Felix Soto (empleado de la administración de tabaco), Juan Evangelista González y Lucas Baralt, por ser «adictos al método absurdo de Caracas» (expediente del proceso judicial, citado por Millares Carlo, 1977). Uno de los testigos, Tomás Artigas, había escuchado que los pardos se querían levantar en armas. Los detenidos fueron puestos en libertad el 20 de octubre de 1811.

2.La conspiración de 1812 y la Escuela de Cristo

La primera referencia que tenemos de la Escuela de Cristo data del 30 de septiembre de 1889, mediante un artículo de José de Jesús Villasmil, denominado Reminiscencias maracaiberas, el cual apareció en El Zulia Ilustrado. Agustín Millares Carlo en su obra Maracaibo y la Independencia de Venezuela, identificó varias imprecisiones en el texto de Villasmil, señalando que el autor no dispuso de suficientes fuentes documentales que fundamentaran sus aseveraciones. J. J. Villasmil indica que la acción subversiva de la Escuela de Cristo ocurrió el 26 de marzo de 1812, pero Millares identifica los hechos en el transcurso del 13 al 15 de febrero, sin que haya evidencia de la denominación asignada al movimiento. No se conocen documentos que demuestren las reuniones secretas en la ermita de Santa Ana, ni la existencia de la proclama de los sediciosos, cuya fecha asignada por Villasmil es 12 de marzo de 1812.

Según J.J. Villasmil, los siguientes personajes formaron parte de la Escuela de Cristo: Juan Crisóstomo Villasmil,  León Campos, Joaquín y Marcelino Vale, Nicolás Leiva, Dionisio Torres, Domingo Briceño, José Antonio Almarza, Fernando Saint Just, Diego Melo, Manuel López, Juan Evangelista González, Jacobo y Francisco Puche, Pedro Lucas y Cenobio Urribarrí, Tomás Vega, Lucas Baralt, Ildefonso, Martín y Manuel Molero, José Manuel y Pedro Borrego, Antonio Añez, José Lozano, Patrón Belloso, Jesús Mendieta y José María Carrasquero.

El expediente de la conspiración de 1812, localizado por Millares Carlo, permite identificar a los siguientes sediciosos: Natividad y Ramón Villasmil, Bernardino Alvarado, Marcelino Vale, Conrado Prieto, Andrés Celis, Benigno Campos (militares),  José Dulio Aguirre, José Ignacio Valbuena (milicianos pardos), Luís Andrés Baralt y Lucas Baralt (comerciantes), Francisco García, Gregorio Antúnez, Bernardo Serrudo, José Miguel Villasmil (uno de los delatores), José Hipólito Monsant (vicario foráneo); Natividad, Ramón y José Manuel Villasmil; Ildefonso, José Silvestre, Manuel y Blas Montero; Trinidad Leal, José María Carrasquero; José Joaquín y Marcelino Vale (padre e hijo, murieron en el destierro). 

Según Millares Carlo (1977), no se han localizado documentos que vinculen con actividades revolucionarias a: Juan Crisóstomo Villasmil, Nicolás Leiva, Domingo Briceño, Pbro. Fernando Sanjust, Manuel Yepes, Jacobo Puche. En esta lista también menciona a Pedro Lucas y Cenobio Urribarrí, Tomás Vega, José Manuel Villasmil, pero de estos personajes si existen evidencias de sus vínculos revolucionarios, a tal punto que los Urribarrí y Vega participaron en la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, el 24 de julio de 1823. 

Se estima en cerca de 40 el número de implicados en esta sedición (Ocando Yamarte, 1986), la única que derivó en la captura y procesamiento judicial de los involucrados. Al menos 23 fueron encarcelados en Puerto Rico, entre ellos: Francisco Javier Cubillán, Francisco Osorio, José Tomás Vega y Juan Bautista Vale.

El procedimiento judicial que se seguía por este tipo de delitos se conoce como Causa de infidencia o Juicio de infidencia: era el proceso penal incoado a los vasallos americanos de la corona española que cometieron el delito de lesa majestad, por traicionar la confianza que en ellos depositaba el rey. Los masones destacan entre los infidentes del período independentista. Belín Vázquez et al (1997) han identificado a algunos miembros de la logia masónica «Hermanos Regeneradores de Maracaibo», entre los implicados en la Escuela de Cristo o revolucionarios de 1812.

Conclusiones

No existe, hasta ahora, soporte documental que pueda corroborar la información aportada por J.J. Villasmil sobre la Escuela de Cristo. Tal parece que su relato se basó en fuentes orales, pero estuvo desprovisto de la evidencia documental o al menos no la dio a conocer. En la historia de la historiografía zuliana, algunos autores -entre ellos Villasmil- han intentado realzar la participación de Maracaibo en el proceso independentista venezolano, con el ánimo de atenuar su carácter monárquico entre 1810 y 1821. Sin embargo, las razones de la permanencia de este vínculo estuvieron dadas por el interés autonomista de la elite maracaibera (Ortega, 1991), del mismo modo como las elites regionales de otras provincias defendieron sus fueros respaldando el proyecto independentista de Caracas. A su vez, la adhesión realista de Maracaibo también tuvo su resquebrajamiento mediante la conspiración de 1812.

Millares Carlo (1977), por su parte, aportó documentos que permiten reconstruir los hechos de los días 13, 14 y 15 de febrero de 1812: una sedición de significativa magnitud, que por un lado refleja la existencia de una disidencia proindependentista en Maracaibo; y por otro lado nos conduce a replantear lo que tradicionalmente se ha dicho sobre la Escuela de Cristo. Los sucesos de febrero de 1812 constituyen el principal movimiento de ruptura del orden monárquico colonial en Maracaibo, entre los años 1810 y 1820.

Se requiere mayor trabajo de archivo a fin de darle continuidad a la obra de Millares Carlo, y lograr así más evidencias sobre la participación de Maracaibo en  la independencia de Venezuela.

Referencias

Millares Carlo, Agustín (1977). Maracaibo y la independencia de Venezuela. Caracas: Archivo General de la Nación, Número 23.

Ocando Yamarte, Gustavo (1986). Historia del Zulia. Caracas: Editorial Arte.

Ortega, Rutilio (1991). El Zulia en el siglo XIX. Maracaibo: Gobernación del Estado Zulia.

Parra, Reyber; Cabezas, Temístocles (2002). Actividades emprendidas por Fernando Miyares y el Marqués de Someruelos para defender militarmente la provincia de Maracaibo durante el conflicto emancipador (1810-1811). Revista UNICA, Año 3, Número 5, Enero-Junio 2002, pp. 79-92

Vázquez, Belín; Berbesí, Ligia; Varela, Nirso (1997). La familia Baralt-Sánchez como modelo de la élite maracaibera durante las últimas décadas borbónicas. Boletín Americanista, 1997, Número 47, pp. 215-232

Villasmil, José de Jesús (1889). Reminiscencias maracaiberas. El Zulia Ilustrado. Maracaibo, 30 de septiembre de 1889.

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