El sábado 25 de marzo de 2023 se realizó en Maracaibo la Caminata por la Vida, en el
marco de la Semana por la Vida, iniciativa que proviene de la Iglesia Católica. El recorrido
fue protagonizado por unas 600 personas, las cuales se desplazaron desde la iglesia La
Consolación en Bella Vista, hasta la Catedral Metropolitana, en el centro de la ciudad.
Cerca de las 9: 00 am., los caminantes cruzaron el umbral de la puerta santa para dar
inicio a la celebración eucarística, presidida por el Pbro. Jesús Colina, párroco de San
Alfonso María de Ligorio y Arcipreste del Sagrado Corazón de Jesús, de la Arquidiócesis de
Maracaibo.
La caminata, así como la programación en general de la Semana por la Vida, busca
reivindicar el carácter sagrado de la vida en todas las etapas del ser humano; la Iglesia
defiende la dignidad de la persona humana, desde el primer instante de su concepción
hasta su muerte natural. De ahí que la celebración de la Encarnación de Jesús cada 25 de
marzo, sea propicia para llamar la atención acerca de las consecuencias nefastas del
aborto, cuya práctica destruye no solamente al no nacido, sino también a la familia y a la
sociedad en general. Desde el punto de vista de la fe cristiana, tal y como se indica en el
Catecismo de la Iglesia Católica: “La vida humana ha de ser tenida como sagrada, porque
desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una
especial relación con el Creador, su único fin. Solo Dios es Señor de la vida desde su
comienzo hasta su término”. También en otros documentos, el magisterio de la Iglesia ha
dado importantes orientaciones acerca del valor de la vida, como es el caso de la Encíclica
Evangelium Vitae del papa Juan Pablo II.
La historia, maestra de la vida (Cicerón), también está llamada a reconocer el valor de
ésta, sobre todo porque ella existe sólo si los seres humanos interactúan en el tiempo. En
consecuencia, todo cuanto limite o afecte la existencia del hombre, es también contrario a
su historicidad. La vida es la condición básica para que haya historia, y su curso ha estado
lleno de fracasos porque la humanidad no ha valorado la vida, ni la de la propia especie ni
la del conjunto de seres que habitan la casa en común. El equilibrio de nuestro planeta
sucumbe a un ritmo acelerado, equiparable al ritmo en el que a diario se apagan miles de
vidas a causa del aborto y de la eutanasia.
Unámonos por la defensa de la vida: a todos nos conviene.
Dr. Reyber Parra Contreras