Licenciado Eduardo Vale
Presidente del Concejo Municipal de Maracaibo y demás miembros de la Junta Directiva
Señores Concejales
Familiares y amigos todos
La responsabilidad que la Cámara Municipal me ha confiado al designarme Cronista del Municipio Maracaibo, constituye un hito en mi itinerario profesional, que no asumo como un reconocimiento personal, sino que más bien lo valoro poniendo mi mirada en la institución que me ha concedido las herramientas para dedicarme al oficio de historiador: me refiero a la Universidad del Zulia, el Alma Máter que por medio de la Escuela de Educación, el Programa de Maestría en Historia de Venezuela, el Centro de Estudios Históricos, el Programa de Doctorado en Ciencias Humanas y la Cátedra Libre Historia de la Universidad del Zulia, supo moldear mi conciencia para que pudiera reconocer la importancia de trabajar por la reconstrucción y difusión de nuestra historia.
Hace algunos años, en 1994, llegué a Maracaibo para iniciar mis estudios universitarios en Historia; dejaba atrás, pero presente en mi corazón, la imagen, las vivencias y la memoria de mi pequeño terruño: Casigua-El Cubo. La ausencia, la separación fue compensada por una ciudad Muy Noble y Leal, la ciudad de Urdaneta, Baralt, Rus, Lossada y Fernández-Morán; la ciudad-puerto que integra y acoge a todo el que arriba a ella, porque su índole es proclive a la diversidad y el colorido.
Me resulta imposible poder retribuir a Maracaibo todo cuanto de ella he recibido. No obstante, jamás faltará de mi parte el compromiso por preservar su memoria; de acercar a nuestro pueblo con sus raíces, de librar combate contra el olvido y el desinterés por un pasado que aún está vivo en el presente.
Por tanto, me sumo – esta vez como cronista- a una labor colectiva que involucra a la familia, la escuela, la Iglesia, las organizaciones civiles, las instituciones políticas, la sociedad en general, a fin de dialogar con nuestro pasado y hallar en él nuestra identidad, es decir, los elementos que nos definen colectivamente y que necesitamos para trazar el rumbo de la ciudad y de Venezuela.
Al respecto, esta Cámara Municipal tendrá a disposición a inicios del año nuevo, el Plan de Actividades del Cronista para el 2023, con la intención de definir en forma conjunta la hoja de ruta del referido año, donde procuraremos acercarnos a nuestro pueblo para compartir la historia que vamos construyendo, por medio de las Tecnologías de la Información y Comunicación, el contacto con los centros escolares, el diálogo con los cronistas populares, el fomento de la historia local en nuestras universidades y la publicación de crónicas en medios impresos y digitales.
A su vez, debemos desde ya prepararnos para una conmemoración de gran importancia y que celebraremos en poco tiempo: el quinto centenario de la fundación de Maracaibo. Podemos abrirnos al debate sobre el significado de este acontecimiento, lo cual es positivo y necesario. Sin embargo, no debe en modo alguno desestimarse, por cuanto constituye el primer antecedente de varios aspectos nodales que marcan a esta ciudad: la convergencia en ella de diversos grupos étnicos, múltiples tradiciones y cosmovisiones, que han constituido lo que el profesor Rutilio Ortega define como la realidad antropológica de la etnicidad zuliana.
Agradezco, finalmente, a los señores concejales por llamarme a ejercer el noble servicio de cronista municipal, que bien pudo ser asumido por cualquiera de los dignos profesionales que participaron en este proceso de selección, sabiamente dirigido por la comisión designada por este cuerpo. En todos anida el amor por esta tierra, donde -citando a Jesús Enrique Lossada-, “siglos yo pasara bordando quimeras”.
Muchas gracias
Excelentes palabras de un auténtico cronista, a quien deseamos el mayor éxito en su labor, avalada por su excepcional talento, preparación y probidad.
Julio César Franco O.
Cronista Municipio Miranda.
Se espera que este ciudadano cronista se centre en la Maracaibo diversa, esa que no es únicamente las parroquias centrales, sino la que se interna en la periferia; a más de trabajar por un fondo editorial, donde destaquen figuras como Luís Guillermo Hernández, Américo Negrete, Mercedes Bermúdez de Belloso y otros tantos; como desmitificar el llamado indio Mara y realce la figura del Cacique Nigales y el negro Pirela En sí, que no nos muestre unas crónicas morturias descontextualizadas, o una exaltación vacua al estilo del El Zulia Glorioso